La editorial escribe Jesús Olmos
Pareciera una crítica orgánica, pero las palabras de Felipe Calderón para el dirigente panista Marko Cortes Mendoza, quizás encierran una historia oculta: el control del PAN.
Si bien es cierto que Cortés no ha sido el más hábil como dirigente, y más bien se ha comportado de manera torpe, poco seria, sin matiz en sus derrotas y con profunda incongruencia, Calderón no actúa por ser precisamente un hermano de la caridad.
El clan que gobernó al país y que entregó la seguridad a un miembro más del narco, quiere hacerse de nueva cuenta del control del Partido Acción Nacional, lo que no pudo tras su asfixiante presidencia.
Comienzan a hacerse visibles las versiones que asegura que Xóchitl Gálvez es su alfil, ya veremos.
@Olmosarcos_
Jesús Olmos