Honor al Mediterráneo

Honor al Mediterráneo
Antonio Abascal
El Blog de Puebla Deportes

El Blog de Puebla Deportes escribe Antonio Abascal

El historiador francés Fernand Braudel (1902-1985) dejó como uno de sus legados “El mediterráneo, el espacio y la historia” donde establece que la historia “no es otra cosa que una constante interrogación a los tiempos pasados en nombre de los problemas y curiosidades –e incluso las inquietudes y las angustias- del presente que nos rodea y asedia”. En el texto sobre las civilizaciones que se han desarrollado cerca del también llamado mar interior, el autor considera que el Mediterráneo es “mil cosas a la vez. No un paisaje, sino innumerables paisajes, no un mar sino una sucesión de mares. No una civilización, sino civilizaciones amontonadas unas sobre otras…todo porque el Mediterráneo es una encrucijada muy antigua”.

Más adelante, Braudel califica al Mediterráneo como “una superficie de transporte”, “los caminos del mar y la tierra, unidos entre sí; caminos significa ciudades, las modestas, las medianas y las más grandes dándose la mano. Caminos y más caminos, es decir, todo un sistema de circulación. A través de este sistema, culmina ante nuestros ojos la comprensión del Mediterráneo, que es, en toda la extensión del término, un espacio-movimiento. A eso que el espacio cercano, terrestre o marítimo, le aporta, y que constituye la base de su vida cotidiana, agrega sus dones el movimiento”. Esa idea, la de un camino, ha encontrado un nuevo ejemplo en el simbolismo que eligieron los franceses para transportar la antorcha olímpica que el pasado martes fue encendida en el Templo de Hera, en Olimpia como dicta la tradición; a partir del 27 de abril cuando el buque “Belén” inicie su travesía hacia Marsella habrá guiños a la historia,  desde las aventuras de los griegos y los romanos que fueron capaces de comunicar las bases de la civilización occidental al territorio que hoy conforma Francia, como la propia historia de una embarcación considerada la joya más preciada del patrimonio naval del país que albergará los Juegos Olímpicos de verano por tercera ocasión, pero apenas la primera en cien años.

Tras el encendido de la antorcha en Olimpia, el símbolo del olimpismo recorre Grecia hasta que el próximo 26 de abril se realizará una ceremonia en el Estadio Panathinaiko, único construido en su totalidad con mármol blanco y el primero que albergó unos Juegos Olímpicos de la era moderna, además de haber recibido la llegada del maratón en Atenas 2004, donde Grecia entregará el fuego olímpico al Comité organizador de París 2024. A partir de ese momento, Francia empezará a dejar su sello y a mostrar el tono de los mensajes que enviará a lo largo del recorrido de la antorcha y del desarrollo de las ceremonias de inauguración y de clausura de los Juegos Olímpicos, si bien la ex nadadora Laure Manaudaou fue la segunda persona en tomar la antorcha tras el encendido a cargo de la actriz Mary Mina, en el papel de sacerdotisa y del primer relevista, el campeón olímpico griego en remo, Stefanos Ntouskos.

Manadou ganó tres medallas en los Juegos de Atenas 2004: Oro en los 400 metros libres con un registro de 4:05;34, la plata en los 800 metros libres (8:24;96) y el bronce en los 100 metros dorso (1:00;88) lo que la convirtió en un ídolo en su país natal porque fue la primera nadadora en ganar un oro olímpico, (Kiki Caron, plata en los 100 metros dorso en Tokio 64, Catherine Poirot bronce en los 100 metros pecho de Los Ángeles 84, Catherine Plewinski, bronce en los 100 metros libres de Seúl 88, donde retó a la figura de esos juegos, la alemana Kirstin Otto que se quedó con la medalla de oro; cuatro años más tarde la propia Plewinski obtuvo el bronce en los 100 metros mariposa de Barcelona 92 y Roxana Maracineanu ganó la plata en los 200 metros dorso de Sídney 2000 eran las mujeres francesas con presea en la natación), su carrera se mantuvo en los primeros planos tanto en el campeonato europeo de 2006, donde fue una de las principales figuras junto con la alemana Britta Steffen y en el mundial de 2007 en Melbourne donde incluso ganó el primer lugar en los 200 metros libres con marca mundial, pero en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 tuvo una actuación decepcionante.

Elegir a Laure Manadou como primer relevo no sólo fue un reconocimiento a su carrera en la natación, fue otro mensaje en pro de la equidad ya que cabe recordar los Juegos de París 2024 serán los primeros en los que se logre el 50% de participación de atletas entre mujeres y hombres.

Un día después de recibir la antorcha iniciará la travesía hacia Francia en el mencionado buque “Belem” construido con casco de acero en el astillero Dubigeon de Nantes para uso comercial de Francia con Brasil y sus colonias de ultramar, fue utilizado desde 1896 (año en el que se realizaron los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna) para el transporte de mercancías como azúcar y cacao. Tiene 51 metros de eslora, 8.80 de manga máxima y tres mástiles de 58 metros de altura, es el último velero de tres mástiles que sigue navegando de toda Europa. Fue nombrado monumento histórico el 27 de febrero de 1984 y a lo largo de su poco más de un siglo de vida ha pasado por manos francesas, inglesas e italianas para regresar a su país de origen. En 1914 el Duque de Westminster, Hugh Grosvenor (quien compitió en los Juegos Olímpicos de Londres 1908) lo compró con la intención de usarlo en sus momentos de ocio, pero el desarrollo de la I Guerra Mundial impidió sus planes, por lo que en 1923 el millonario Arthur Ernest Guiness compró el velero para dar la vuelta al mundo con toda su familia en un año para lo cual reutilizó los Canales de Panamá y Suez, con motivo de la II Guerra Mundial el barco fue dado de baja en la Isla Wight donde permaneció todo el conflicto.

Vittorio Cini, un poderoso capitán e industrial italiano, compró el velero a los herederos de Guinness en 1951, lo destinó a la Fundación Giorgio Cini que acababa de crear a principios de ese año en memoria de su hijo, Giorgio, fallecido en un accidente de avión en agosto de 1949; el objetivo inicial de la Fundación Giorgio Cini es la restauración de la isla de San Giorgio Maggiore (y su antiguo convento benedictino) dañada por 150 años de ocupación militar y su transformación en un centro cultural de renombre internacional. Pero en la isla, Vittorio Cini también creó centros de formación profesional, en particular el Centro Marinaro, destinado a impartir formación en los oficios de la marina mercante (mecánico, operador de radio). Compró el barco de tres mástiles para ofrecer a los estudiantes del Centro Marinaro y del Istituto Scilla un barco escuela dedicado a su aprendizaje.

Con el paso de los años el buque se fue deteriorando, realizó su último crucero durante el verano de 1967, quedó almacenado en el muelle de la isla San Giorgio Maggiore durante cinco años cuando los carabinieri, que aspiraban a tener un buque escuela de prestigio, se ofrecieron a financiar las obras de remodelación, aunque al final no pudieron hacer frente a los gastos por lo que los astilleros se quedaron la embarcación y la pusieron a la venta en 1976, con el apoyo de Cajas de Épargne, Francia recuperó al barco y se creó la Fundación Belem para su restauración.

Esa es la historia del velero que surcará el Mediterráneo del 27 de abril al 8 de mayo cuando llegará a Marsella el principal puerto francés y una ciudad con una gran historia que conecta con los griegos y con los romanos: Hay registros que hablan de Massalia desde el 600 antes de Cristo cuyos habitantes comerciaban con los griegos, fue el punto de partida para la propagación de la civilización helenística y su escritura entre los pueblos galos y del norte de Europa, que aprendieron a transcribir su propia lengua en caracteres griegos. En el 49 antes de Cristo, Julio César la anexionó al imperio romano por el apoyo de la ciudad a Pompeyo el Grande, sin embargo, los romanos respetaron la fundación construida por los griegos. De tal manera el otro gran símbolo del recorrido de la antorcha es llegar al puerto donde los griegos difundieron su cultura al norte de Europa.

La antorcha iniciará su recorrido interno por Francia el 10 de mayo de Marsella a Toulon hasta el 7 de junio cuando emprenda otro viaje por el mar para visitar los territorios franceses de ultramar a bordo de un catamarán “Banque populaire XI” cuyo capitán es Armel Le Cléach, llegará el 9 de junio a la Guyana Francesa, el once en Nueva Caledonia, el doce en La Reunión, el 13 de junio en la Polinesia Francesa, el quince en Guadalupe y el 17 en La Martinica para regresar a Niza y a partir del diecinueve retomar el camino interno. Catorce y quince de julio llegará a París para recorrer su zona conurbada incluyendo la Isle de France, el veintitrés estará en Versalles, el 25 en el distrito de Sena-Saint Denis y el 26 finalizará su trayecto al llegar a la ceremonia inaugural en el Sena.

No hay que perder de vista que el trayecto por los territorios de ultramar está plagado de simbolismos en Cayenne, capital de la Guyana Francesa, visitará el jardín botánico, creado hace más de un siglo en el corazón de la ciudad. La antorcha pasará por el Monumento de las Cadenas Rotas, una conmovedora escultura que representa la liberación de los esclavos. La siguiente etapa será la colina del Fort Cépérou, que data de la llegada de los franceses en el siglo XVII. Mientras que en Guadalupe estará presente una de las grandes deportistas en la historia del olimpismo: Marie-José Pérec nacida en Base Terre, Guadalupe el 9 de mayo de 1968, se trasladó a París a los dieciséis años cuando ya destacaba por sus condiciones naturales para el atletismo, llegó como favorita para ganar los 400 metros planos en Barcelona 92 y no defraudó al vencer a la campeona olímpica vigente, Olga Bryzgina quien representaba al equipo unificado tras la disolución de la URSS, su marca fue de 48 segundos, 83 centésimas, era la segunda francesa en ganar la prueba tras Colette Besson (considerada una heroína deportiva en Francia por su carisma, dirigió el Laboratorio Nacional de Detección de Dopaje y falleció el 9 de agosto de 2005 víctima de cáncer de mama) en México 68. Cuatro años más tarde pasó a la historia al ser la segunda mujer en ganar el oro en los 200 y 400 metros, algo que sólo había conseguido la estadounidense Valerie Brisco Hooks en Los Ángeles 84.

El 29 de julio de 1996, Pérec revalidó su título olímpico en los 400 metros al parar el cronómetro en 48.25 segundos, lo cual sigue siendo el récord olímpico (Shaune Miller Ubo se quedó a once centésimas de romperlo en Tokio 2020) y es la cuarta mejor marca de toda la historia, Cathy Freeman de Australia se quedó con la plata con 48.63 y la nigeriana Falilat Ogunkuya se quedó con el bronce. Tres días más tarde, el 1 de agosto, la oriunda de Guadalupe sorprendió al ganar la medalla de oro en los 200 metros planos por encima de la jamaiquina Merlene Ottey, Pérec logró un registro de 22.12 segundos, por 22.24 de Ottey, el tercer sitio fue para Mary Onyali de Nigeria con 22.38; por lo tanto, estamos hablando de una gran figura que incluso aparece en las quinielas para encender el pebetero en la ceremonia inaugural.

“El urbanismo moderno nace en el Mediterráneo, en la Grecia del siglo V, con Hipodamos de Mileto, inventor de los planos en forma de tablero de damas. Triunfó en cada época de estandarización cultural, donde la reproducción sistemática de un modelo establecido, y considerado superior, cobra una especie de venganza sobre el desarrollo espontáneo: la Grecia helenística, Roma, el Renacimiento, y la edad barroca, nuestro mundo contemporáneo”, dice Maurice Aymard en su artículo “Espacios” que aparece en la obra de Braudel “El Mediterráneo: El espacio y la historia”, así Francia al elegir a un velero histórico para recorrer el Mediterráneo con la antorcha olímpica ha decidido honrarlo, ha decidido honrar a la historia y a esa encrucijada muy antigua a la que se refería Braudel.

@abascal2