Pesadilla camotera

Pesadilla camotera
Antonio Abascal
El Blog de Puebla Deportes

El Blog de Puebla Deportes escribe Antonio Abascal

Ya son doce derrotas en quince partidos, por lo que el Puebla de la Franja parece condenado al último lugar de la tabla en el Clausura 2024, de nada sirve la mejoría que sí mostró ante Cruz Azul porque presentó una versión competitiva incluso reconocida por el técnico visitante, Martín Ansaldi, de nada han servido algunas decisiones de Andrés Carevic que se han traducido en buenas actuaciones de Alberto Herrera jugando en mediocampo o de Efraín Orona apareciendo en la defensa central en lugar de Gastón Silva o la  recuperación de la línea de tres que permitió cerrar el primer tiempo sin gol en contra (con alguna buena atajada de Iván Rodríguez) y llegar al minuto noventa con el 0-0 hasta que una mano, bien marcada por el VAR, significó el penal que decidió el partido a favor de la Máquina para sumar la décimo segunda derrota de la campaña e igualar la marca negativa para el club en ese Invierno 98 ya varias veces recordado en este espacio.

Los treinta y ocho goles en contra que ha recibido el equipo de la Franja lo ponen en la línea de al menos igualar los 41 que aceptó el mismo equipo del Invierno 98 y está a siete de llegar a los 45 del Verano 2002 cuando disputó dieciocho compromisos, pero lo más importante es que este pésimo torneo ya dinamitó el que había sido uno de los mayores méritos de la actual directiva: La estabilidad en la tabla de cocientes; con los resultados que se dieron en la jornada quince, el cuadro camotero vio al Necaxa superarlo por tres unidades, al tiempo de continuar su caída libre ya que de estar a media tabla cuando arrancó el torneo ahora ya se encuentra en la décimo cuarta posición para el ciclo 2024-2025 y lo peor es que la brecha puede reducirse aun más. En este momento, el Puebla suma 72 puntos en 66 partidos, le saca ocho unidades al Atlas, que ganó ayer, los mismos ocho al Juárez y Tijuana (por lo que el del viernes próximo es un duelo directo en ese sentido) y once al hermano Mazatlán, que también ganó este fin de semana. Dicho de manera más simple, el Puebla puede arrancar el año sólo por arriba de los tres equipos que pagarían la multa y del Atlas que se salvaría por poco, pero su colchón de puntos se ha esfumado y todavía puede perder más terreno.

Ese es el resultado de la mala planeación para este torneo, de la arrogancia de los jugadores que pidieron más días de vacaciones y por ello empezaron tarde la pretemporada. Es el resultado de malas decisiones continuadas y de cerrar los ojos por las clasificaciones a la liguilla: Desde la parte final de la etapa Larcamón ya era evidente que se necesitaba reforzar la defensa central: El Puebla vivió de algunas soluciones de urgencia que convirtió en costumbre como la reconversión de Gustavo Ferrareis en lateral derecho o la de Diego de Buen en tercer central, a la par de recurrir al mercado de la nostalgia con Cavallini y Ormeño para llenar el hueco que dejó la única salida para este semestre, la de Guillermo Martínez cuando ambos venían de campañas muy malas con varios equipos.

Andrés Carevic llegó a la dirección técnica antes que el director deportivo, Ángel Luis Catalina (quien, por cierto, ha causado buena impresión por su buen trato con las personas que ya ha tenido contacto) lo cual parece ser un nuevo error ya que la lógica indicaría que primero debió nombrarse al director deportivo y luego este tomar la decisión sobre el nuevo estratega, pero no se puede negar que el técnico argentino ha demostrado que trabaja y que busca soluciones; sus números son muy malos, cinco derrotas en igual número de partidos, con seis goles a favor y diez en contra; sin embargo, sus decisiones han ayudado a que el equipo sea más competitivo destacando los nombres ya mencionados Orona y Herrera porque ambos han tomado confianza y han justificado su presencia en el once con buenas actuaciones; Carevic ha cumplido otra de sus promesas: Conocer al plantel ya que cuando llegó mandó a la banca a Pablo González quien había sido lo más parejo en el equipo, pero una vez que tuvo más tiempo el canterano de la Franja ha recuperado su lugar en el equipo y sigue ofreciendo un buen nivel.

El Puebla sorprendió el viernes porque igualó la dinámica del Cruz Azul y así compitió en todos los sectores, Carevic cumplió otra promesa ya que al finalizar el juego en Guadalajara ante las Chivas reconoció que debía buscar la forma de defender mejor y lo hizo. Regresó a la línea de cinco con De Buen, Olmedo y Orona, colocó a González delante de ellos con Herrera ayudándolo más cargado al centro, para que Luis Arcadio García trabajara por izquierda y Ángel Robles por derecha, dejando en punta a un Santiago Ormeño bastante sacrificado y con mucho contacto con el balón fuera del área. Fue un equipo solidario y dinámico que le cerró los espacios a la Maquina, aunque no hubo muchas oportunidades hacia el frente por algunas malas decisiones de Luis Arcadio.

Cabe resaltar que con esta alineación, el timonel argentino colocó a cuatro canteranos en la cancha: Iván Rodríguez (quien volvió a realizar buenas atajadas), González (quien realizó un muy buen trabajo los minutos que estuvo en la cancha), Robles (sacrificado en una labor de mediocampista que lo aleja del área contraria, donde destacó en las categorías con límite de edad) y Herrera (quien demuestra otra de las máximas en los procesos de fuerzas básicas, a los jóvenes hay que ponerlos en su posición y darles continuidad), fue un equipo solidario y dinámico, apartado en el que tuvo mucho mérito porque la versión celeste de Martín Ansaldi es muy intensa y destaca por su dinámica y ahí el Puebla fue capaz de igualar las condiciones más allá de producir poco peligro.

Tras el medio tiempo, la idea se mantuvo, pero ahora el Puebla dio un paso al frente e intentó preocupar más, hubo momentos en que tuvo el balón y así evitó que la Máquina creara peligro, Carevic movió el banquillo con los ingresos de Lucas Cavallini en lugar de Ormeño. En ese lapso la más peligrosa fue una jugada de táctica fijada tras una falta sobre el canadiense que ejecutó Alberto Herrera con un servicio para Brayan Angulo quien estaba solo en el área, el colombiano remató de cabeza al primer piste y su compatriota, Kevin Mier recostó para evitar un daño mayor. El problema de la escuadra local fueron las otras modificaciones, al 65, ingresaron Kevin Velasco por Luis Arcadio García y Carlos Baltazar por Ángel Robles; el segundo pasó de forma inédita por el tapete verde, mientras que el segundo volvió a fallar en sus decisiones, tuvo una acción muy clara tras un gran pase de Diego de Buen, pero la pelota se le quedó corta en el control y su disparo careció de fuerza cuando parecía que de primera podía cruzar ya que la visión de su compañero lo había dejado solo. Luego dio la impresión de que no supo cuándo acelerar o cuándo darle una pausa a la jugada.

Durante esos minutos destacó el trabajo en mediocampo de Pablo González y Alberto Herrera (quien se salvó de la expulsión luego de una falta que cometió a Uriel Antuna para frenar un contragolpe tras un centro corto de Kevin Velasco, la jugada fue aparatosa y por eso la árbitra, Katia Itzel García Mendoza sacó la roja directa, pero tras ir al VAR corrigió y la dejó en amarilla), ambos robaron muchos balones, ambos le daban salida al Puebla y fueron claves en la forma que compitió el equipo de la Franja, a pesar de lo cual la Máquina Celeste mantuvo su dosis de peligro con un disparo cruzado de Rotondi al que respondió bien Iván Rodríguez y luego con un remate de Antuna en el área al que propio Rodríguez le hizo una gran atajada.

Parecía que al menos el Puebla podía rescatar el empate y por primera vez en el torneo dejar su portería en cero, pero nuevamente al mover el banquillo los problemas se intensificaron. Carevic quiso matar dos pájaros de un tiro: Refrescar el mediocampo y retirar a los hombres que estaban amonestados y eran justamente González y Herrera quienes fueron sustituidos por Lucas de los Santos y Fernando Navarro, respectivamente. Ahí el mundo se le vino encima al cuadro local porque ahora sí ya no pudo sostener la dinámica celeste, Navarro al menos intentó bajar las revoluciones mediante la pelota sin conseguirlo, mientras que de los Santos se dedicó a perseguir rivales sin alcanzarlos y ofreciendo una triste imagen porque en la cancha se ve pesado, muy lento para que lo propone Cruz Azul, por eso los capitalinos cercaron al Puebla, se sentía que el gol podía llegar porque ya la Franja no tenía salida, ya no había conexión con los hombres que intentaban ir por las bandas y porque los capitalinos recuperaban la pelota, así Ángel Sepúlveda peleó un balón con Orona quien mandó al tiro de esquina donde tras un cobro pasado, Gustavo Ferrareis tocó el balón con la mano interrumpiendo el re-centro que intentaba hacer el jugador celeste; la mano fue muy clara pero Katia Itzel no señaló la pena máxima hasta que el VAR la llamó para que se decretara ante las airadas protestas de los jugadores del Puebla (Sebastián Olmedo debe moderar sus emociones en la cancha) y Uriel Antuna no perdonara a Iván Rodríguez para darle la victoria a los celestes que se colocaron en cuarto lugar general muy cerca de regresar a la liguilla de forma directa https://www.youtube.com/watch?v=CLxOdPj1tYs.

Más allá de lo numérico (sigue caminando para escribir el peor torneo corto en la historia del Puebla y uno de los peores a nivel general), hubo aspectos positivos ya enumerados como los buenos partidos de González y de Herrera, que ahora sí hubo una mayor aplicación y que se pudo competir ante uno de los mejores equipos del torneo, la nueva derrota es otra prueba más del pésimo trabajo de planeación que se hizo para este Clausura 2024. Al ver como opción a Lucas de los Santos, quien hace seis meses tenía la justificación de haber llegado tarde y vivir el proceso de adaptación, pesado y sin velocidad, incapaz de mantener la dinámica que había ofrecido Pablo González en la recuperación de la pelota, queda claro que en el Puebla se apostó por jugadores sin la capacidad necesaria para estar en Primera División, que muchos se tiraron a la hamaca convencidos que el llegar a la liguilla de forma directa era porque se tenía una plantilla contrastada y que no era necesario hacer ajustes. El Puebla pecó de arrogancia en el receso, desde la cúpula que aceptó la planificación deportiva, la propia parcela deportiva que creyó sólo en retocar sin atender al dato de los muchos goles en contra desde torneos anteriores; da la impresión de que se creyó que el modelo de trabajo daba para muchos torneos más, o se creyó suficiente el colchón en la tabla de cocientes para simplemente mantener la inercia y el futbol se ha encargado de demostrar que había zonas donde la idea se empezaba a deshilachar.

Algunos se quejan del arbitraje, tal y como sucedió el viernes santo ante los Tigres, pero quejarse del arbitraje sólo es un pretexto. Doce derrotas no se producen por culpa de los malos arbitrajes, se producen por un mal trabajo en todas las parcelas del Puebla, se producen por errores de jugadores y de técnicos, se producen por mayor capacidad en otras plantillas, se producen por la arrogancia con la que se planeó el actual torneo. La lección está siendo muy dura y deja con mucho trabajo por hacer a Ángel Luis Catalina porque prácticamente deberá construir sobre los escombros, aunque hay una ligera buena noticia, el trabajo de Carevic ya le demostró que al menos hay algunos elementos salvables, que algunos canteranos son viables. El viernes el español siguió muy atento a los partidos de fuerzas básicas, pero este Puebla requiere de mucha inteligencia para rescatar algo y para ser reconstruido.

La pesadilla camotera es de tal magnitud que si llega a despertar encontrará pocos escombros que puedan servir; la pesadilla camotera es tan profunda que hasta cuando compite y empareja por momentos a un rival muy peligroso y fuerte, el resultado final es otra derrota porque el técnico no tuvo las herramientas para mantener el nivel de intensidad con otros jugadores; la pesadilla camotera se alargó a pesar de haber ofrecido una digna batalla, pero al final se sumó una nueva derrota, se igualó una marca negativa y todavía hay dos partidos para empatar otras y para superarlas. La pesadilla camotera no ha terminado.  

 

@abascal2