De la ciudad del futuro a la ciudad fantasma

De la ciudad del futuro a la ciudad fantasma
Antonio Abascal
El Blog de Puebla Deportes

El Blog de Puebla Deportes escribe Antonio Abascal

El 26 de abril de 1986 las noticias eran confusas, en Europa se hablaba de una gran cantidad de radiación en los países nórdicos que no tenían registrado algún accidente nuclear propio; era un mundo que vivía en la Guerra Fría, era un mundo más lento, pero literalmente algo pasaba en el aire del Viejo Continente; ante la insistencia internacional, la Unión Soviética tuvo que reconocer un incidente “menor” en una de sus plantas nucleares, la de Chernóbil, localizada en la frontera entre Ucrania y Bielorrusia. A medida que pasaron las horas, a medida que la hermética información soviética fue vulnerada, el incidente “menor” pasó a convertirse en el mayor accidente nuclear de la historia, aunque de acuerdo con la información oficial de la URSS sólo murieron 31 personas en su mayoría trabajadores de la planta, 155 mil kilómetros cuadrados resultaron afectados y se tuvo que evacuar a 135 mil personas. Años después el que fuera el Soviet Supremo en ese momento, Mijaíl Gorbachov atribuyó a ese accidente la verdadera causa de la disolución soviética tras la caída del Muro de Berlín.

Boris Scherbina fue el político designado por la URSS para tomar las decisiones en el lugar del accidente, trabajó muy de cerca con el científico Valeri Legasov quien se encargó de dar las explicaciones ante este político y recomendar los pasos a seguir, fue el primero en alertar la gravedad de la situación y sugirió la evacuación inmediata de Prípiat, la ciudad que se había fundado el 4 de febrero de 1970 expresamente para los trabajadores de la planta y que se destacaba por su belleza por lo que era llamada “la ciudad del futuro”, algo que todavía tardó dos días en realizarse. Fue el encargado de realizar el informe de la delegación soviética en la reunión extraordinaria de la Agencia Internacional de la Energía Atómica, era un informe muy honesto en el que se reconocía el error humano y un error en la construcción de todos los reactores soviéticos, se trataba del material de las varas del botón de pánico que se podía usar para frenar la reacción, pero en ese momento debido su constitución en lugar de parar dicha reacción la aceleraron. Este informe causó que el científico fuera desconocido, literalmente abandonado hasta su suicidio dos años más tarde.

El accidente se generó en el reactor cuatro cuando se hacía una prueba de efectividad para mejorar la seguridad del reactor, se había retrasado en varias oportunidades por diversas razones, la idea era averiguar durante cuánto tiempo continuaría generando energía eléctrica la turbina de vapor después de una pérdida de energía del reactor principal. Los empleados del turno diurno eran los que conocían a fondo las condiciones de la prueba, pero al final se decidió hacerlo por la noche, Anatoly Diátlov era ingeniero nuclear, en aras de alcanzar una promoción, se hizo cargo de la prueba y tomó muchas decisiones equivocadas, obligando al personal a continuar con la prueba a pesar de los altos niveles que ya indicaban las pantallas. Cuando se había forzado tanto al reactor, que estaba diseñado para funcionar con dos mil megavatios en su última lectura indicó los treinta y dos mil, Diátlov ordenó que se pusiera en marcha el mecanismo de emergencia sin saber que las varas contenían granito lo que en lugar de frenar significó el aceleramiento final para un reactor envenenado. La explosión se produjo y Diátlov no dimensionó lo que había ocurrido, envió subalternos al centro del reactor, informó a sus jefes que llegaron a la planta con la idea de un incidente menor, de hecho, esta lectura equivocada condenó a los bomberos que acudieron a afrontar un incendio común sin el equipo y los cuidados necesarios, por lo que varios de ellos fueron otras víctimas; incluso en el hospital de la ciudad no se contaba con la suficiente cantidad de yodo por lo que también el personal del nosocomio presentó afectaciones.

Un error humano se agravó por uno de origen con el deseo de ahorrar presupuesto; la tragedia creció por la manera de manejar la explosión en un principio por parte de Diátlov y luego por sus superiores, Víktor Briujanov (director de la planta y encargado de su construcción) y el ingeniero jefe, Nikolai Fomín quienes a su vez informaron al gobierno, siempre con la tesis original de una explosión de menor escala, a pesar de la presencia de grafito. En las horas posteriores se permitió que la población saliera a los puentes a ver el espectáculo del incendio lo que significó que muchas personas estuvieran en contacto con una alta radiación, sin olvidar la tardanza en la evacuación, así como no pedir ayuda de la comunidad internacional por la manera de cuidar la información por parte de los soviéticos. El número de víctimas es difícil de cuantificar, pero algunos datos son muy representativos: Seiscientas mil personas resultaron afectadas por la explosión del reactor, en Ucrania 33 mil mujeres reciben pensión por viudez porque sus maridos trabajaron en la planta o fueron parte de los equipos que llegaron para solucionar la problemática https://www.youtube.com/watch?v=tdsgmE9AAr4.

La ciudad del futuro que presumía de que los mejores arquitectos soviéticos trabajaban en ella y literalmente se permitían mayores libertades que en otras ciudades cercanas a instalaciones militares, se convirtió en una ciudad fantasma donde hasta el día de hoy se respiran grandes dosis de radioactividad; Chernóbil volvió a aparecer en los noticiarios hace dos años cuando se registraron combates en la zona cercana ya que el ejército ruso que invadió Ucrania amenazó con control la planta https://www.youtube.com/watch?v=96PNp6GYtA8, cuyo reactor dañado fue tapado por un enorme sarcófago (estructura de acero y hormigón) que fue renovado en noviembre de 2016 con 110 metros de alto, 150 de ancho, 256 de largo y más de treinta mil toneladas, se construyó a 180 metros del reactor y se ubicó mediante un sofisticado sistema de rieles, se estima que tendrá una duración de cien años; esta estructura permite que la radiación que todavía emite esté contenida.

Hace dos años, Rusia invadió Ucrania, el ejército y la población han aguantado el avance ruso con mucha perseverancia, pero en el camino muchas ciudades han quedado destruidas y se han perdido muchas vidas; la vecina de Ucrania, Bielorrusia ha externado su apoyo a Rusia y por tanto también ha sido castigada por la comunidad internacional y en los temas deportivos, así como los rusos, los deportistas bielorrusos no podrán acudir a París 2024 con su bandera y su himno, sólo podrán ir algunos que hayan expresado públicamente su condena a la guerra, pero en los años que ocurrió el accidente en Chernóbil tanto rusos como ucranianos y bielorrusos representaban a la Unión Soviética.

La máxima ganadora de preseas olímpicas hasta antes de la irrupción de Michael Phelps era la gimnasta Larissa Latynina con dieciocho, producto de nueve medallas de oro, cinco de plata y cuatro de bronce en los Juegos de Melbourne 56, Roma 60 y Tokio 64, justamente los que representaron el inicio de la guerra fría; Latynina nació en la actual Ucrania en Jersón, un puerto muy importante a orillas del mar Negro que fue escenario de intensos combates en abril de 2022 cuando cayó bajo el control ruso, pero en noviembre del mismo año, Ucrania lo recuperó; Latynina sigue ostentando la marca como la atleta femenil con más medallas en la historia olímpica, en Melbourne 56 ganó la presea dorada en all around, el ejercicio en piso, el salto de caballo, la prueba por equipos, en Roma 60 el all around, el ejercicio en piso y por equipo, mientras que en Tokio 64 se llevó la victoria en el piso y por equipo. Las platas fueron las barras asimétricas en Melbourne 56, la viga de equilibrio y las barras asimétricas en Roma 60, los bronces fueron en la prueba de aparatos portables que se llevó a cabo en Melbourne 56 (ya no existe en el programa olímpico), el salto de caballo de Roma 60, la viga de equilibrio y las barras asimétricas de Tokio 64, sólo falló en ganar presea en la viga de equilibrio de Melbourne 56 donde finalizó cuarta, su carrera se interrumpió cuando se convirtió en madre retomando el deporte como entrenadora nacional https://www.youtube.com/watch?v=D44gEM4Uqfk&t=56s.

Otros gimnastas destacados que nacieron en Ucrania para representar a la URSS fueron Boris Shakhlin quien de Melbourne 56 a Tokio 64 (los mismos juegos que Latinina) consiguió siete oros, cuatro platas y dos bronces para totalizar trece, Víktor Chukarin quien en Helsinki 52 y Melbourne 56 recopiló siete oros, tres platas y un bronce y Polina Astakhova con cinco oros, dos platas y tres bronces de Melbourne 56 a Tokio 64.

En cuanto a Bielorrusia cabe hacer mención al “cisne bielorruso”, Svetlana Boguínskaya quien compitió a los quince años en Seúl 88 como parte de la Unión Soviética, en Barcelona 92 representó al Equipo Unificado tras la disolución de la URSS y aunque había anunciado su retiro el regreso de la patinadora alemana, Katarina Witt (bicampeona olímpica en Saravejo 84 y Calgary 88) para competir en Lillehammer 94 donde hizo un llamado a la paz en Bosnia Herzegovina https://www.youtube.com/watch?v=4TfTcdwZBhc&t=306s, la motivó para llegar a Atlanta 96 donde representó a su natal Bielorrusia. El sobrenombre con el que se le conoció se debía a su elegancia, a su estatura muy alta para los parámetros de la gimnasia, y a su dramatismo sobre todo en los ejercicios en piso, estilo que debía de sus primeros años de vida cuando entrenó patinaje artístico.

A los quince años, en Seúl 88 ganó la medalla de oro por equipos y en el salto de caballo en las finales por aparatos donde la URSS tuvo una feroz competencia con las rumanas, obtuvo la plata en el ejercicio en el piso (Daniela Silivas se quedó con el oro) y Diana Dudeva, de Bulgaria se quedó con el bronce. También en la capital sudcoreana obtuvo bronce en el all around tras Yelena Shushonova, de la URSS, y Daniela Silivas de Rumania https://www.youtube.com/watch?v=SMFOrLXMR1w. En Barcelona 92 se quedó con el oro por equipos y muy cerca de otras preseas en el all around donde fue quinta y en el salto de caballo donde finalizó en cuarto lugar quedándose a dos décimas del tercer lugar https://www.youtube.com/watch?v=cn49e_gu5Ds. Tras salir del retiro, y ya como representante de Bielorrusia, se quedó con el sexto lugar por equipos y fue finalista en el all around y en el salto de caballo https://www.youtube.com/watch?v=8Uv0iGRW4sA.

Boguínskaya fue la tercera mujer en barrer con todos los títulos disponibles en el Campeonato Europeo de Gimnasia de 1990 tras la gran checa Vera Caslavska en 1965 y 1967 y la soviética Lyudmila Turischeva en 1973 https://www.youtube.com/watch?v=3c02KiyoJcc; actualmente reside en Houston, Texas donde sigue ligada a la gimnasia e ingresó al salón de la fama de su deporte en 2005. Un deporte que ha significó tantos éxitos para la Unión Soviética une a los tres países que fueron los protagonistas del accidente nuclear de Chernóbil, en aquel momento Ucrania y Bielorrusia formaban parte de la URSS, Estado que tomó todas las decisiones ante la problemática surgida ese 26 de abril de 1986, nadie sabía que a partir de ese momento se abriría un período de cinco años que finalizó con la disolución de la URSS, la independencia de las naciones bálticas (Lituania, Letonia y Estonia) y la confección de un nuevo mundo en el que Ucrania y Bielorrusia fueron admitidas de forma inmediata.

Por ejemplo, Ucrania debutó en Juegos Olímpicos como un Comité Nacional independiente (formado en 1990) en Lillehammer 94 en la modalidad invernal donde Oksana Baiul, nacida en Dnipró, ganó la medalla de oro en el patinaje artístico sorprendiendo a Nancy Kerrigan y Tonya Harding de Estados Unidos, así como a la veterana Katarina Witt https://www.youtube.com/watch?v=hPLPJa3NLNg. En los juegos de verano debutó en Atlanta 96, a partir de entonces suma 148 preseas con 38 oros, la nadadora Yana Klochkova fue bicampeona olímpica en las pruebas combinadas de natación de Sídney 2000 y Atenas 2004, es la única atleta de su país (mujer u hombre) en sumar cinco preseas, cuatro de las cuales son de oro https://www.youtube.com/watch?v=hyifshyEp-0.

Por su parte el Comité de Bielorrusia se creó en 1991, previamente también alimentado a la URSS con gimnastas destacadas como Nellie Kim (rival de Nadia Comaneci en Montreal 76 y Moscú 80 https://www.youtube.com/watch?v=c5d-csexALs) y Olga Korbut (la figura en Múnich 72 y todavía con el oro en all around de Montreal 76 https://www.youtube.com/watch?v=c2NGqI6FqeQ), ya como país independiente debutó en Lillehammer 94 con dos medallas de plata y para los de verano en Atlanta 96. La remera Katsiaryna Khodatovick-Karsten es la más exitosa en los juegos veraniegos con cuatro medallas, pero dos oros, mientras que Roman Petrushenko y Vadim Makhinov en canotaje también tienen cuatro preseas, pero sólo una de oro.

Ucrania tendrá el apoyo del público francés para tener una buena participación a pesar de la invasión de Rusia, mientras que habrá muy pocos atletas rusos y bielorrusos en París 2024 a causa de la guerra y de la calificación de estados agresores, hace treinta y ocho años, los tres afrontaron una severa crisis provocada por el peor accidente nuclear de la historia. De esa crisis queda el recuerdo de Prípiat, la ciudad del futuro que tenía una población de cuarenta mil personas en 1986 y que acostumbraba sembrar un arbusto de rosas por cada habitante por lo que había unos cincuenta mil en el momento de la explosión, De esa ciudad del futuro se pasó a una ciudad fantasma, con su rueda de la fortuna y que todavía en 2013 veía izada al viento la bandera de la URSS como recuerdo del pasado, como un signo de la ciudad fantasma que ahora es.

 

@abascal2