El “presidente del empleo”

El “presidente del empleo”
Jesús Olmos
Máscaras Felipe Calderón Eduardo Rivera

Máscaras escribe Jesús Olmos

Felipe Calderón Hinojosa llegó a la presidencia en 2006 con una enorme carga a cuestas, además de la escandalosa presunción de un fraude electoral, traía la promesa a cuestas de convertirse en el “presidente del empleo”.

En aquella campaña lejana, su séquito de aplaudidores prometía la creación de un millón de empleos anuales, es decir, seis millones de empleos durante su sexenio y, en cambio, heredó 867 mil 271 desempleados más de los que había cuando inició su gestión.

Al ofrecer su último informa a la nación, Calderón manifestó que se habían creado 2 millones 240 mil empleos, (menos de la mitad de la promesa total para el cierre de su gestión) de acuerdo con cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social; sin embargo, su administración heredó una tasa de desocupación de 5 puntos, 1.4 más que los 3.6 de la administración de Vicente Fox.

Cuanto más, las propias encuestas recuerdan que esta promesa fue falsa pues jamás se cumplió y en cambio, Calderón fue el presidente de la guerra contra el narco, que a la postre quedaría probado, fue el pacto de la Federación vía García Luna con los grupos delincuenciales, para convertir al país en un panteón.

Además, en cuanto a esta promesa, no hay un recuerdo más funesto que de quien fuera su secretario del trabajo (ahora en la campaña de Mario Riestra), Javier Lozano Alarcón, quien estuvo detrás del cierre de empresas del estado como “Luz y fuerza del Centro”, quien también vio morir a Mexicana de Aviación y acabaría siendo tristemente famoso por la frase “copelas o cuello”, que señalara el empresario chino Zhenli Ye Gon a la agencia AP para explicar las amenaza de operadores políticos del PAN en su contra.

Esto es solo un botón de muestra de lo que ocurre formalmente en las campañas políticas, donde se suelen prometer muchas ocurrencias, pero pocas de esas promesas llegan a concretarse.

En fechas recientes hemos visto como el candidato de la alianza PRI-PAN-PRD-PSI, Eduardo Rivera Pérez, ha buscado colocar el tema de la salud en la agenda a nivel estatal.  

A Rivera se le olvida que fue el propio PAN, quien gobernó al país por 12 años a nivel federal, quien tuvo el poder cuasi absoluto en el estado por 8 años más y que él ya gobernó la ciudad en dos ocasiones en los últimos 10 años, entre otros políticos de su partido. Aparte de que el PRI, sus ahora aliados, gobernaron otra buena parte del tiempo a nivel nacional.

Esto significa que si en sus recorridos, la gente le reprocha que en los últimos 25 años la situación de salud ha empeorado en sus comunidades, más de mitad del tiempo ha sido legado de los Gobiernos del PAN a nivel federal y sus ahora aliados, casi una década ha sido bajo las siglas del PAN poblano con funcionarios del morenovallismo que le han jurado lealtad y una tercera parte, él ha estado a la cabeza de un Gobierno municipal en dos distintas etapas.

A ver si Eduardo (quien ha sido fiel y leal escudero de Calderón)-, no se quiere vender como el “gobernador de la salud” y nos hereda otro fiasco como el del “presidente del empleo”, que culminó su mandato con el país convertido en una tragedia y le abrió la puerta a la incursión del priismo peñista y su sello de corrupción.

 

@Olmosarcos_

Jesús Olmos