Aún hay tiempo para la Franja

Aún hay tiempo para la Franja
Miguel Caballero
Atando Cabitos

Miguel Caballero / @doncabitos

Como suele suceder algunas ocasiones en el fútbol, la “lógica” se hizo presente en el debut del Club Puebla en el Clausura 2024 para, sin demasiadas emociones ni mucho menos una amplísima superioridad, darle los tres puntos a la escuadra de Monterrey.

Aunque el viejo refrán indica que “los partidos hay que jugarlos” (e incluso algunos siempre apostaremos por un triunfo de la Franja, así se enfrente al mismísimo Real Madrid), lo cierto es que de cara al comienzo de un nuevo campeonato, al revisar minuciosamente el calendario de actividades, es inevitable apuntar los partidos a ganar “sí o sí”, los de pronóstico reservado y, por supuesto, los asimilados como inminente derrota. Y a pesar de las “contras” con las que los regios protagonizaban su estreno en este campeonato, el de Monterrey era uno de los últimos.

Pero más allá de eso, el tropiezo ante Rayados dejó en claro lo que al parecer todos vemos, menos los que tienen que verlo y actuar sobre ello: que el equipo de la Franja necesita refuerzos (de verdad, no volados ni apuestas milagrosas), para dejar de ser única y exclusivamente un equipo “luchón” e “incómodo” (par de etiquetas que, al parecer, son la máxima aspiración que este equipo y esta afición deben tener) y ser un verdadero competidor.

Monterrey necesitó de muy poco, pero en verdad de muy poco, para derrotar a una Franja que, aunado al gravísimo problema de desprenderse de su goleador y jugador más determinante sin contar con un reemplazo coherente y no supeditado a los milagros, al momento de querer inclinar la balanza, se queda más que corto en respuestas.

Es cierto, el campeonato apenas comienza y resulta completamente inútil y fuera de lugar establecer juicios adelantados, montar dramas o, peor aún, dar el torneo por perdido. Pero lo cierto es que aún se está a tiempo de replantear la estrategia.

Y si en verdad se tiene como objetivo prioritario que la Franja sea un equipo competitivo, es obligatorio fortalecer –en el estricto sentido de la palabra –a una plantilla que, indiscutiblemente, lo necesita.

Ojalá que el responsable de estas labores (ya no digamos por sentido común o vergüenza, que ha quedado claro que no la tiene, pero sí al menos por conveniencia, que de eso le sobra y mucho), en verdad le ponga un poco de “dirección deportiva” a este proyecto; o que ya se largue.

Y recuerden: la intención sólo la conoce el jugador.

 

@doncabitos