Del escritorio del dr. Julián Germán Molina Carrillo
Después de la tragedia causada por la llegada del huracán Otis con categoría cinco a las playas de Acapulco la las 00.30 horas del veinticinco de octubre, que originó cuantiosos daños que hasta ahora no han sido totalmente cuantificados, así como la muerte de más de cuarenta y ocho personas, más cerca de cincuenta desaparecidas, de acuerdo a información proporcionada por el gobierno federal y autoridades estatales.
El pasado uno de noviembre el Presidente López Obrador, anunció el denominado Plan de apoyo a Acapulco y Coyuca, que contempla diversas acciones como : el adelanto de dos meses en el pago de los programas del bienestar; la incorporación de diez mil jóvenes al Programa Jóvenes Construyendo el Futuro para que realicen labores de limpieza, construcción , pintura y otras actividades; se aumentará el doble del número de becas para estudiantes de nivel básico, pasando de 45 mil a 90 mil; se otorgarán seis meses de prórroga en el pago de Infonavit, FOVISSSTE e IMSS para las empresas; se condona el pago del servicio de energía eléctrica de noviembre de este año a febrero de 2024; la entrega de una canasta básica de 24 productos alimenticios a cada familia por semana; se tienen consideradas alrededor de 250 mil familias damnificadas; la entrega de ocho mil pesos para limpieza y pintura a todos los hogares y las viviendas afectadas de 35 mil hasta 60 mil pesos; además un paquete de enseres domésticos consistentes en una cama, una estufa, un refrigerador, un ventilador y una vajilla; se otorgarán 20 mil créditos a la palabra de 25 mil pesos sin intereses a pagarse en 3 años, con 6 meses de gracia, en beneficio de pequeños comerciantes y otros prestadores de servicios; Hacienda apoyará con el pago de la mitad de los intereses a quienes soliciten créditos, medida que será destinada a los hoteles; para el presupuesto de 2024, el gobierno destinará 10 mil millones de pesos para el abastecimiento y mejoramiento de las líneas de distribución de agua, arreglo de calles, hospitales , escuelas y mejoras de los dos aeropuertos; se eliminará el cobro del IVA, ISR y otros impuestos y derechos en Acapulco y Coyuca de octubre 2023 a febrero de 2024; la instalación de un cuartel de la Guardia Nacional en colonias de más de mil viviendas con 250 elementos para garantizar la paz y evitar el robo de establecimientos comerciales y viviendas de las zonas; NAFINSA otorgará créditos sin intereses para pequeñas y medianas empresas y finalmente la Secretaría de infraestructura, Comunicaciones y Transporte asignará 218 millones de su presupuesto para la rehabilitación de la autopista Acapulco- Chilpancingo, la carretera federal y libramientos que conectan la Costa Grande con la Costa Chica de Guerrero, así como puentes.
El plan de acuerdo a la opinión de expertos en materia de construcción, salud, economía y medio ambiente; si bien es cierto atiende diversos aspectos de la crisis social que originó OTIS, resulta insuficiente, si es que se pretende que el puerto recupere la situación y brinde los servicios turísticos que ofrecía antes del ciclón; ya que hasta este momento aún no se tiene un diagnóstico real de la magnitud y efectos de los daños materiales causados y de las pérdidas que sufrieron los inversionistas y trabajadores que prestaban sus servicios en las cadenas hoteleras, restauranteras y de diversión de Acapulco.
Si bien es cierto los daños a los edificios de las grandes cadenas hoteleras y resorts ubicados en el puerto, así como de las residencias ubicadas en las colonias y fraccionamientos de la periferia son cuantiosos; será muy difícil que puedan repararse en un plazo menor a dos años y mucho menos aún que Acapulco recupere el estatus que tenía como uno de los más atractivos polos turísticos del país, debido a que los recursos que se destinarán y que han sido cuantificados en aproximadamente 15 mil millones de pesos, no bastarán para reactivar la economía de Acapulco y aunque se prevén apoyos a la población vulnerable de la zona conurbada, sin fuentes de empleo y medios de sostener a sus familias, seguramente se verán obligados a ocuparse en la informalidad o a abandonar la ciudad para buscar mejores oportunidades en otros estados del país.
Existen otros rubros que no están debidamente considerados en el Plan de Apoyo como son el tema de la inseguridad y recuperación del estado de derecho en Acapulco, ya que desde antes del ciclón, la zona ya se encontraba en medio de la disputa de los cárteles del narcotráfico que se había apoderado de las zonas turísticas, rebasando con mucho a las autoridades, municipales, estatales y federales.
Otro de los aspectos que se dejaron de lado en el plan, tienen que ver con un reordenamiento del crecimiento de las colonias que se ubican e a los alrededores de la zona turística, donde existen asentamientos irregulares y se han invadido zonas protegidas o que presentan mayores riesgos para sus habitantes; aunado al hecho de que la contaminación y falta de un desarrollo sustentable del puerto, han originado serios problemas que se agravan cuando ocurren fenómenos naturales, y que traen como consecuencia la muerte de personas que no tienen los servicios públicos básicos, ni el apoyo de las autoridades, para aspirar a una mejor calidad de vida.
El problema que heredará AMLO a su sucesora, no es menor ya que aún y cuando los recursos anunciados se empezarán a aplicar de inmediato; se deberán programar en mayor cantidad para los siguientes dos años, porque no se puede aplicar el mismo tratamiento de cuando se trata de daños a viviendas de particulares como en los sismos, en que se anuncian los apoyos y al año, se deja en el olvido a los afectados, ya que Acapulco representa para México uno de sus mejores atractivos y dejarlo en el abandono, a corto plazo, representará la pérdida de divisas que llegan por el turismo y que son fuente de ingresos para la economía del país.
@dr_germanmolina
Director fundador del Instituto de Ciencias Jurídicas de Puebla.