La vaca de Adán. Fábula tabasqueña que no aplica en Puebla

La vaca de Adán. Fábula tabasqueña que no aplica en Puebla
Alvaro Ramírez
Piso 17

Piso 17 escribe Álvaro Ramírez Velasco 

“Hasta una vaca gana, con todo respeto a las vacas”, fue la frase con que el hoy Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, reprochaba el dispendio obsceno de dinero con que el viejo PRI operaba las elecciones en su natal Tabasco. Eran días de finales de los años 90.
La analogía era también una fuerte denuncia de las trampas y mañas, principalmente del grupo de Roberto Madrazo Pintado, para torcer hasta la ley e imponer alcaldes, legisladores y hasta gobernador, en los años finales del priato hegemónico, en aquel estado que “es un Edén”.

Adán Augusto López Hernández, secretario de Gobernación y paisano del Primer Mandatario, nació en el municipio de Paraíso, de tradición comercial, que crece y prospera en torno a su actividad petrolera, también pesquera -sus ostiones son de altísima calidad-, pero también en abril festeja su feria, la que tiene una notable exposición ganadera.

Adán, también gobernador con licencia, seguramente, alguna ocasión inauguró esa feria y esa expo ganadera y vio muchas vacas.

Este jueves, en la plenaria de los diputados federales del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Adán vio también a Moisés Ignacio Mier Velazco, el coordinador.

Con imprudencia, al grito entusiasta para él de “Presidente, Pre-si-den-te” y la tímida referencia de los diputados de “gobernador”, para Moisés, Adán remató con un “si el pueblo se amacha”.

López Hernández le faltó el respeto a instituciones y a personas: a los demás aspirantes a la Presidencia, compañeros suyos; a los demás aspirantes a la gubernatura poblana, algunos líderes genuinos sin contextos delincuenciales; y principalmente a su investidura de secretario de Gobernación federal, cuya principal labor es aportarle equilibrio a la política nacional.

Tanto ha insistido el tabasqueño en meterse en las decisiones de Puebla, con su abyecto apoyo a Moisés, que el gobernador de Puebla debió fijar una posición (y seguramente habrá más si insiste el mandatario tabasqueño con licencia).

Miguel Barbosa Huerta, en su estilo claridoso y directo espetó: “es evidente que el secretario de Gobernación simpatiza con la posibilidad de que Mier sea candidato a gobernador. Hoy, también, puede ser legítimo como forma de relación personal, pero no en un secretario de Gobernación. Desequilibra en Puebla ese tipo de comportamientos, desequilibran la política en Puebla. Yo tengo que tomar una posición al respecto”.

Agregó que “será el pueblo y no el secretario de Gobernación el que decida al candidato o candidata de Morena para la gubernatura de Puebla… Aquí somos andresmanuelistas, tenemos esa posición de seguir los principios, las convicciones de Andrés Manuel y creo que es un asunto que queda claro”.

En el flujo de la entrevista que ofreció a varios medios, Barbosa remató: “en todo caso que lo lleven (a Moisés Ignacio) a Tabasco, a un municipio que, como decían ahí, hasta una vaca gana”.

La referencia jocosa es plenamente andresmanuelista y es sobre las mañas, las ilegalidades y el dispendio de dinero -ahí está la campaña de publicidad que desplegó el de Tecamachalco para su informe, uno en el que no tiene méritos para presumir- que desplegaba el PRI. Nacho Mier es un priísta de clóset.

Moisés no tiene apoyo en Puebla, el Pueblo (con mayúsculas) no tiene buenas referencias de quien tiene un contexto delincuencial a cada paso.

Mier no pudo siquiera ganar los consejeros de Morena en su municipio natal, Tecamachalco, que gobierna su hijo Carlos Ignacio.

Ha descalificado Moisés, en las entrevistas a modo con sus amanuenses, al Consejo Estatal de Morena. Dice que no decide y lo minimizó. Confía en sus complicidades con Mario Martín Delgado Carrillo, presidente de Morena, hasta finales de agosto de 2023.

Se olvida Mier Velazco de que detrás de la elección de consejeros, en la que su grupo apenas alcanzó 9 de 151 posiciones, marginal absolutamente, está la capacidad de movilización del partido de López Obrador en Puebla, los liderazgos genuinos de todo el estado y la verdadera fuerza electoral poblana. Esa que cualquiera, incluso el candidato o candidata presidencial, requiere para ganar. Todo eso está detrás del Consejo Estatal.

Detrás de ese Consejo está la gente, están los poblanos que simpatizan con ese partido y que sobradamente han repudiado a Mier. Los números no mienten.

Colofón: Canción “Detrás está la gente”, del catalán Juan Manuel Serrat.
Versos:

Detrás de los héroes y de los titanes,
detrás de las gestas de la humanidad (…)

Detrás de la mafia y de la policía.
detrás del Mesías y de Wall Street… detrás de Goliat y de David.

(…)

Detrás, está la gente
con sus pequeños temas,
sus pequeños problemas y
sus pequeños amores (…)

Cada uno a su manera
cada quien con sus modos,
detrás estamos todos,
usted, yo y el de enfrente…