El odio al migrante: ¿Qué piensa la derecha estadounidense del migrante mexicano?

El odio al migrante: ¿Qué piensa la derecha estadounidense del migrante mexicano?
Pepe Ojeda
Desde las antípodas

En las Antípodas. Segunda Temporada por José Ojeda Bustamante

Desde las antípodas vemos con peligro cómo en la frontera norte el odio hacia el migrante mexicano y también centroamericano se acentúa.

Este encono no es casual.

Lo mencionó el presidente de la república, cuando sugirió a Américo Villarreal, quien recién acaba de tomar posesión en Tamaulipas, abstenerse de visitar Texas.

Las palabras del presidente fueron las siguientes:

“Ahora andan en campaña y el gobernador de Texas Greg Abbot quiere reelegirse y ha agarrado de bandera el perseguir a migrantes” enunció Obrador.

Y es que ciertamente como ya hemos mencionado anteriormente, las elecciones de noviembre de Estados Unidos serán definitorias para nuestro vecino del norte, pero también para la nación mexicana.

Quisiera, sin embargo, en esta oportunidad, resaltar que la postura del republicano Greg Abbot no es aislada, sino desafortunadamente una posición que, conforme pasen los años, agudizará el panorama político en Estados Unidos como una narrativa del ala derechista de la nación de las barras y las estrellas.

¿Por qué sostengo esto?

Por cinco razones plasmadas en su momento por uno de los pensadores más influyentes del conservadurismo estadounidense y que han retomado como bandera el bloque WASP (White Anglo-Saxon Protestant) de blancos anglosajones y protestantes de clase alta, que forman la élite del país y que lo ha gobernado durante gran parte de su historia.

Esto es significativo para México.

Poco antes de fallecer en 2004. Samuel P. Huntington, director del Instituto John M. Olin de Estudios Estratégicos de la Universidad de Harvard publicó una obra titulada ¿Quiénes somos?: Los desafíos a la identidad nacional estadounidense.

La tesis principal de Huntington era que la unidad nacional de Estados Unidos se encontraba en jaque, debido a la enorme inmigración, la cual ya no provenía principalmente de Europa sino de América Latina y dentro de ellas, especialmente peligrosa era la proveniente de México; dado que no se asimilaba a la identidad nacional estadounidense

Asimilación era la palabra clave

¿Por qué razones? Por cinco razones que vistas desde las antípodas han de causarnos y motivarnos a la reflexión y la acción en tanto México es una nación transfronteriza.

Primera razón: la contigüidad. Decía Huntington que los migrantes mexicanos gozamos de una evidente cercanía con nuestro país, lo que permite en cierta manera cruzar la frontera con relativa facilidad y mantener lazos de unión con nuestra familia y estados.

Segunda razón: el número. Los mexicanos constituimos ya la primera minoría de la Unión Americana, lo cual implica un obstáculo fundamental para la asimilación, pues por ser muchos, retenemos nuestra lengua, hábitos, religión (guadalupanismo) y principios que llevamos de México.

Tercera razón: la concentración regional de los mexicanos. La cual está sumamente focalizada en el sur de California, Texas y Colorado. Esto trae consigo que el idioma español sea de uso común en las escuelas y comercios de estos lugares y que los mexicanos seamos una fuente concreta de poder político que cada vez más, nos permite influir en decisiones públicas que afectan a todos los ciudadanos norteamericanos. El caso de Greg Abbot obedece justamente a este efecto de polarización.

Cuarta razón: el resentimiento-orgullo histórico. El mexicano no olvida que durante 1835 y 1836 Estados Unidos se apropió de una vasta porción del territorio mexicano, el cual se amplió todavía más en 1847. Texas, Nuevo México, Arizona, California, Nevada y Utah pasaron a formar parte entonces de la Unión Americana. Esto es algo, que está presente en el inconsciente colectivo del mexicano. Menciona Huntington que precisamente la conservación del idioma y las costumbres es una forma de reconquistarlo.

Quinta razón. Nulo surgimiento de enclaves diferenciados. Los migrantes mexicanos en Estados Unidos nos casamos entre sí, vivimos en los mismos barrios y de momento, no existe una diferenciación entre nuestros ingresos y nivel ocupacional. Observaba Huntington por tanto que nos manteníamos como una comunidad altamente cohesionada y con miras, inclusive, al crecimiento, toda vez que nuestras tasas de fertilidad son superiores a las de los habitantes originales y de otras minorías.

Hasta aquí el análisis de este pensador conservador estadounidense el cual no ha sido sino retomado y defendido por la derecha de nuestro vecino del norte, ya que justamente contra la migración mexicana Huntington proponía una fórmula:

Fortalecer la cultura angloprotestante y restablecer el poder político y económico del grupo étnico con características WASP ya que estas medidas ayudarían a fortalecer a la nación estadounidense.

Finalizo con el siguiente verso Martin Niemöller (1892-1984), pastor luterano quien en 1933 fue uno de los primeros y más tenaces críticos del nazismo y constituyó un movimiento de resistencia. Arrestado por la Gestapo en 1937 y declarado culpable de traición, fue confinado hasta el final de la guerra en los campos de concentración de Sachsenhausen y Dachau. Donde Salvó la vida de milagro.

Cuando los nazis vinieron a llevarse a los comunistas,

guardé silencio,

porque yo no era comunista,

 

Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,

guardé silencio,

porque yo no era socialdemócrata,

 

Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,

no protesté,

porque yo no era sindicalista,

 

Cuando vinieron a llevarse a los judíos,

no protesté,

porque yo no era judío,

 

Cuando vinieron a buscarme,

no había nadie más que pudiera protestar.

Viendo todo esto les lanzó la siguiente pregunta ¿Guardaremos silencio?... Desde las Antípodas no y seguiremos poniendo el dedo en la llaga.

 

(@ojedapepe)