«Juárez le dice a su secretario: «Yo lo único que sé montar bien es mula, señor secretario, pero después de todo, las mulas saben andar mejor que los caballos, por caminos muy difíciles, sin desbarrancarse ¿No es cierto?».
«Noticias del Imperio», Fernando del Paso
Con la finalidad de resignificar la conmemoración del 160 Aniversario de la Batalla del 5 de mayo de 1862 a través de la defensa de nuestra soberanía nacional y la promoción de un país libre e independiente, el Desfile Cívico Militar de este año 2022 resaltó en Puebla la importancia de mantener presentes como mexicanos, los valores de justicia social, igualdad, libertad; democracia e identidad nacional para la transformación social que como nación hoy construimos y atestiguamos.
Y es que, como lo explicó nuestro gobernador Miguel Barbosa y el presidente de la República Andrés Manuel López Obrador en sus respectivas participaciones, México ha atravesado por distintos momentos en la búsqueda y construcción de su soberanía, la cual a pesar de los pesares y con un hondísimo sacrificio ha sido exitosa gracias a la participación de hombres de una sola pieza como Benito Juárez o Ignacio Zaragoza, pero también gracias a colectividades que han hecho suyos los ideales de autodeterminación, autoorganización y amor a la Patria de manera anónima, solidaria y desinteresada.
Para muestra, y lo subrayo con orgullo, nuestro Sexto Batallón de Guardia Nacional del Estado de Puebla, conformado por “los mejores hijos de la patria” provenientes de Tetela de Ocampo, Zacapoaxtla, Cuetzalan, Nauzontla, Xochiapulco y Xochitlán que participaron en la Batalla del 5 de mayo.
Al respecto y a propósito de la temática del desfile en este año, tres han sido los momentos claves de la Batalla del 5 de mayo que nos inspiran y que el día de hoy las instituciones educativas, militares y civiles de las 32 regiones del estado representaron de manera sostenible y fuera de todo despilfarro y opulencia características de desfiles anteriores. Fuera de toda fantochería y lujos excesivos y sin sentido, y por el contrario con toda la carga y el simbolismo que un suceso histórico de tal magnitud ha de representar y significar para todos los mexicanos.
Primer momento. El del contexto previo a la guerra. Del cual nuestro gobernador refirió de manera puntual cuando mencionó que Puebla al ser una ciudad fundada por españoles y para españoles, si bien alojaba una élite conservadora y religiosa, también era, ha sido y seguirá siendo punta de lanza de una población progresista y de pensamiento crítico para la región y para el País. Un lugar de definiciones para la Nación.
Porque como mencionó el presidente Andrés Manuel López Obrador al referir al segundo momento que se dejó ver en el desfile. La Batalla: la lucha solidaria. Puebla representó un factor estratégico no sólo para hacer frente a la invasión francesa, ya de sí heroica y gloriosa, sino también porque permitió al presidente Benito Juárez mantener la dignidad de la República en su reorganización y defensa en la ya tan conocida como larga marcha hacia el Norte del País en tiempos aciagos y de sacrificio para la aún incipiente nación mexicana.
Así, con el Ejército de Oriente y su General en jefe Ignacio Zaragoza; la defensa de Los Fuertes de Loreto y Guadalupe como Protectores de la Ciudad y de la República, el presidente y nuestro gobernador nos recordaron cada quien, a su manera, sobre la importancia de sabernos dignos y no decaer los ánimos ante enemigos quizás más grandes y poderosos al inicio, pero carentes de la solvencia moral y la honda convicción de luchar por un ideal justo y correcto.
Por un lado, una potencia, la francesa, con soldados mercenarios insuflados de prepotencia y aires de superioridad. Por el otro, una nación convencida como lo dijo el General Ignacio Zaragoza a sus tropas, previo a la batalla, de que si bien, tenían ante sí al mejor ejercito del mundo, triunfarían, porque se contaba del lado mexicano con los mejores hijos de la patria… y así fue, ¡Triunfamos!
Por eso, con el tercer momento, el Fin del enfrentamiento, las armas mexicanas se cubrieron de gloria gracias al arrojo, la valentía y patriotismo de hombres y mujeres que participaron en la defensa de la patria, sin vacilación y con un alto compromiso y claridad en sus convicciones.
Porque en tiempos aciagos, es necesaria la figura de personajes como Benito Juárez que hoy pueden servirnos nuevamente de faro para el caminar de la Cuarta Transformación que juntos y solidariamente se construye en Puebla y en México.
Ser como Benito Juárez, ciudadanos de definiciones, perseverantes, con inquebrantable Fe; honestos austeros y sobrios. Ciudadanos de principios y, sobre todo, patriotas. Del lado del pueblo y contra el conservadurismo; los intereses de las élites, sean empresariales, intelectuales o políticas.
Por eso en esta fecha tan especial, no puedo sino unirme a la voz y el sentir del presidente y de nuestro gobernador Miguel Barbosa diciendo:
¡Que viva Juárez!
¡Que viva Ignacio Zaragoza!
¡Que viva Puebla!