Absurdo

Absurdo
Miguel Caballero
Atando Cabitos

Atando Cabitos por Miguel Caballero 

En mayo de 2017, durante la conferencia llamada “Somos Futebol”, organizada por la Confederación Brasileña de Futbol (CBF) y celebrada en Río de Janeiro, el argentino Marcelo Bielsa dejaba una de las conclusiones más lúcidas de su amplio repertorio, al consignar el daño que los medios de comunicación ejercen sobre el futbol.

“El mismo argumento que se utiliza para amplificar un comportamiento en la victoria es el que se utiliza para condenar un comportamiento en la derrota... Si Neymar recupera la pelota, contraatacamos y hacemos un gol y ganamos ocho partidos seguidos: ‘Mirá, lo domesticó a Neymar, hizo que Neymar fuera colectivo'. Pero el día que pierda: 'Este burro, en lugar de hacer jugar a Neymar al lado del arco, lo hace perseguir al marcador de punta arriba'. Esa es la especialidad de los medios de comunicación. Se especializan en pervertir a los seres humanos, según la victoria o la derrota”, señaló el Loco ante la audiencia, la cual lo celebró con aplausos; pero lejos de ufanarse por las fanfarrias, Bielsa refutó: "Lo último que esperaba era sacar esta reacción. Si estamos de acuerdo, ¿cómo lo permitimos?".

El pasado 12 de junio se vivió uno de los capítulos más dramáticos en la historia del futbol moderno cuando el danés Christian Eriksen se desplomó sobre el césped del Parken Stadion de Copenhague, tras sufrir un paro cardíaco durante el duelo ante Finlandia, el cual abría la participación de su selección en la actual edición de la Eurocopa.

Luego, no conforme con montar un espectáculo abominable en la transmisión (realizando tomas a las gradas con aficionados en llanto; a los futbolistas en visible shock, orillándolos a montar una valla humana para cubrir la humanidad de un ser humano que se debatía entre la vida y la muerte sobre el campo; e incluso mostrar ante las cámaras a la esposa de Eriksen en crisis ante la tragedia), tras la reanimación realizada por los paramédicos (durante la cual, se reveló posteriormente, Eriksen murió por algunos segundos), la UEFA decidió, de manera insólita, la reanudación del partido.

En un principio, se aseguró que los mismos futbolistas habían solicitado seguir jugando; sin embargo, el seleccionador de Dinamarca, Kasper Hjulmand, desmintió días después dicha versión, revelando un ultimátum de la UEFA para reanudar el juego ese mismo día o al siguiente.

¿Qué motivó a la UEFA —la misma que se dio golpes de pecho ante la creación de la Superliga de Europa, acusando intereses económicos y envolviéndose en una bandera de amor hipócrita al aficionado bajo la frase “For the fans”— a dar continuidad a un partido que por ningún motivo debió seguirse jugando?

La gente que decide en el fútbol se encarga día con día, torneo con torneo, de restregarnos en la cara qué es lo que realmente lo mueve. El caso Eriksen exhibió sus carencias y unificó las críticas sobre un grupo gansteril que, pareciera, sólo busca cómo acabar con este juego. Lo peor de todo: si estamos de acuerdo en ello, ¿cómo es que lo permitimos?

 

Nos leemos la siguiente semana. Y recuerden: la intención sólo la conoce el jugador.

 

@donkbitos16