Aprueba Congreso restringir vinculos de parentesco en cargos a partir de 2030
El Congreso del Estado de Puebla aprobó la reforma constitucional que implica la desaparición del Instituto de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales del Estado de Puebla (ITAIPUE), además de establecer nuevas restricciones al nepotismo y a la reelección a partir del año 2030.
Con 33 votos a favor y siete en contra, el Pleno del Congreso dió luz verde al dictamen mismo que fue rechazado por legisladores de oposición como el PRI, PAN y Movimiento Ciudadano, quienes manifestaron su inconformidad especialmente por la eliminación del órgano autónomo encargado de garantizar la transparencia en la entidad.
Durante la discusión, la diputada de MC, Fedrha Suriano Corrales, calificó esta medida como un “golpe político” contra la rendición de cuentas y advirtió que delegar las funciones del ITAIPUE a los órganos internos de control de las instituciones públicas “no asegura una vigilancia efectiva”. Criticó que, bajo el nuevo esquema, se prioriza la buena fe sobre la supervisión institucional.
De acuerdo con la reforma, las funciones del ITAIPUE serán asumidas por la recién creada Secretaría de Anticorrupción y Buen Gobierno, que será responsable de supervisar el cumplimiento de las obligaciones en materia de acceso a la información por parte de las entidades públicas.
Nuevas reglas contra el nepotismo y la reelección
Además de la desaparición del ITAIPUE, la reforma establece nuevas disposiciones en materia electoral donde a partir del 2030, quedará prohibida la reelección para personas con vínculos de parentesco, matrimonio o concubinato con funcionarios que hayan ocupado un cargo de elección popular en los tres años previos.
La medida representa un cambio significativo frente al esquema actual, que permite la reelección consecutiva en diputaciones locales y presidencias municipales.
Durante el debate legislativo, la diputada priista, Delfina Pozos Vergara cuestionó el proceso de aprobación del dictamen, al considerar que agrupar temas tan distintos como la transparencia, el nepotismo y la reelección en una sola reforma resulta inapropiado y resta claridad al análisis legislativo.
A pesar de las críticas, la mayoría legislativa defendió la reforma como un paso hacia una mayor ética pública y mejores mecanismos de rendición de cuentas. Sin embargo, organizaciones civiles y legisladores de oposición han advertido que el debilitamiento de los órganos autónomos podría significar un retroceso en materia de vigilancia ciudadana y transparencia gubernamental.
