El gobernador de California celebró la decisión
El juez Charles Breyer, con sede en San Francisco, falló que la administración republicana que encabeza el presidente, Donald Trump, violó la ley federal al enviar las tropas de la Guardia Nacional al área de Los Ángeles, para cumplir con las medidas antiinmigrantes.
Trump ordenó el despliegue de tropas de la Guardia Nacional y marines en Los Ángeles luego de que estallaran manifestaciones multitudinarias en rechazo a las redadas de ICE en la ciudad, donde casi la mitad de los residentes son de origen hispano.
Unos 4,000 militares y 700 marines fueron enviados a California, pese a la oposición del gobernador del estado, Gavin Newsom, y de la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass.
“DONALD TRUMP PIERDE DE NUEVO. Las cortes están de acuerdo: su militarización de nuestras calles y el uso de los militares en contra de ciudadanos estadounidenses es ILEGAL”, escribió Newsom en la red social X, tras el dictamen.
Trump ordenó el 7 de junio el despliegue de 2,000 miembros de la Guardia Nacional para proteger edificios y a agentes federales después de las protestas contra las redadas migratorias. Otros 2,000 militares y 700 marines se sumaron después al operativo.
La decisión del juez Breyer llega después de que California presentara una demanda alegando que el despliegue de militares violaba la Ley Posse Comitatus, que prohíbe la aplicación de leyes domésticas por parte de los militares, sin aprobación del Congreso.
Abogados del Gobierno argumentaron que la ley no aplica en este caso, porque las tropas estaban protegiendo a agentes federales, no haciendo cumplir las leyes. También dijeron que las tropas fueron enviadas bajo la autoridad que tiene el presidente.
El estado también había pedido al juez Breyer que ordenara que la Administración Trump devolviera a Newsom el control de las tropas y que el Gobierno dejara de usar a los militares “para ejecutar o asistir en la ejecución de las leyes federales”.
El dictamen del juez se produce mientras Trump amenaza con desplegar la Guardia Nacional en otras ciudades lideradas por demócratas como Chicago, Baltimore y Nueva York. El presidente envió tropas a Washington D.C. en agosto y puso a la policía local bajo el mando federal, citando el crimen en la capital del país.
