El subse boletero

El subse boletero
Jesús Olmos
Máscaras Elecciones 2024

Máscaras escribe Jesús Olmos  

La vida de muchos políticos, como la de gente en todos losámbitos, está construida con historias de esfuerzo o de venir desde abajo, y también, de golpes de suerte, amistades,relaciones o influencias.

El caso de un subsecretario, en una de estas dependenciasque se encargan de la política interna en uno de los Gobierno del partido de la Transformación, no es muy distinto. 

“Felipe”, de quien hablamos en este perfil no autorizado de su persona, llegó a la ciudad proveniente de un municipio de alta marginación para iniciar su educación secundaria. 

No muy alto, regordete y con sus lentes de pasta, tuvo la suerte de recalar en la escuela técnica de mayor renombre en aquella demarcación. 

En sus primeros años le costaba un poco hacer amigos, el carácter osco calcado de su familia en el rancho, lo había relegado a ser casi un desconocido para la mayoría del salón, además de que, pensaba que la secundaria puede llegar a ser un campo de batalla muy sucio para aquellos distintos al conceso general. 

En el último año fue que entendió mejor la movida. Los chistes fáciles, la risa compartida y un encuentro con dos o tres compañeros que también le hacían a la guitarra, lo catapultaron a lograr mejores relaciones que a la postre le servirían de trampolín. 

En la preparatoria no tuvo la mayor de las suertes, a pesar de su buen promedió, las tres o cuatro escuelas de mayor abolengo abarrotaron sus cupos con puros recomendados y lo tuvieron que mandar a una distinta en el turno vespertino. 

Aunque no dejó de brillar por sus dotes de músico, “Felipe” se siguió haciendo de amistades, tanto así, que en segundo año lo eligieron jefe del grupo y para culminar la educación media superior, tres profesores lo candidatearon para ofrecer el discurso de despedida, en principio en reconocimiento a su promedio, luego por su falta de pena y también por su facilidad para hablar ante gran cantidad de personas. 

Nunca tuvo como opción ingresar a una universidad privada, pero quiso estudiar administración pública, para la que había una muy buena opción en la escuela de Gobierno.

Aunque en su casa nunca faltó lo básico, comprendía que quedarse atrás en el tema social era detener los planes que ya tenía hechos para su vida, así que estudiaba de mañanas, trabajaba por las tardes y en la noche salía de fiesta a donde lo invitaran.

Comenzó trabajando en una tienda de ropa en una plaza comercial, ahí atendía señoras que buscaban completar sus outfits elegantes y esperaba afuera del probador para pasar las tallas necesarias. No alcanzó las metas de ventas y 3 meses después dejó el empleo. 

Fue ahí cuando, sin trabajo, le dieron chamba recibiendo los boletos de un estacionamiento. En medio de la lluvia, el sol, hiciera frío o calor, se le veía sentado en su silla junto a la salida de la plaza. 

Pronto llegó la oportunidad de ser acomodador en una enorme tienda de ese mismo centro comercial. Poco tardó para que probara de cajero, luego se fue a atender un área, luego jefe de piso y al año y medio ya era parte del staff gerencial. 

Con sus estudios y su carrera en ascenso, dicen que pudo llegar alto en el sector privado, pero unos meses después se decantó en la búsqueda de su verdadera vocación, la politica. 

Hoy, a sus 32 años, va a ser la primera vez que lo postulen por una precandidatura a un cargo de elección popular. 

Su entorno le tiene mucha fe y los que lo conocen de mucho tiempo, esperan que no haya olvidado el camino que tuvo que recorrer hasta este encuentro con su destino. 

 

Jesús Olmos 

@Olmosarcos_